INTRODUCCIÓN
Este Ministerio de Apoyo fue creado con el fin de acompañar a quienes sienten una vocación misionera, durante su proceso de capacitación integral antes de salir al campo misionero. A veces uno va con mucha fe y entusiasmo, pero no posee las herramientas necesarias para enfrentar la cultura anfitriona y sus desafíos. Por esa razón es muy importante ayudarlos a confirmar su llamado y contar con preparación necesaria, con el objetivo de enviar obreros enteramente preparados para toda buena obra (2 Tim. 3:17).
Perfil del GPMero:
La obra misionera no es para personas perfectas, sino para personas maduras y comprometidas. Se necesita gente firme, pero flexible y de convicción. El tiempo del misionero “sabelotodo, puedelotodo y tienelotodo” ya pasó. Es menester contar con obreros transculturales que tengan actitudes correctas, sobre todo sencillez y humildad. Sólo así podrán salir como aprendices más que maestros, como siervos más que conquistadores, como acompañantes más que protagonistas.
La vida misionera es una vida de relaciones. El misionero deberá vincularse con colegas de otras nacionalidades y trasfondos, cristianos nacionales, autoridades gubernamentales y con otros a quienes va a servir. No se nace sabiendo cómo tener buenas relaciones; hay que aprenderlo desde ahora, y bien, con suficiente tiempo, durante el GPM. La dificultad para tener vínculos sanos hará que la persona esté discapacitada para el servicio y le ocasionará más de un quebranto. No es de admirarse que los conflictos interpersonales ocuparon el cuarto lugar como causal de deserción misionera tanto en los países misioneros tradicionales como de las nuevas naciones de envío. (Ver libro “Demasiado valioso para que se pierda”, Guillermo D. Taylor, WEF/COMIBAM).
El GPMero debe ser del tipo de personas que se comprometen a crecer y desarrollarse en todas las áreas de su vida. Esto incluye la formación teológica y misionológica, y otras áreas, que le ayudarán a superar situaciones y circunstancias diversas en su vida ministerial transcultural.
El GPMero debe ser confiable y disciplinado para servir, siendo cuidadoso en el perfeccionismo ni en la adicción al trabajo.
El GPMero debe desarrollar un buen sentido del humor, especialmente la capacidad de reírse de sí mismo, lo cual le ayudará a agregar su experiencia a su preparación académica.
Servir en Misiones es estar en un contexto cultural totalmente diferente, en ocasiones hasta opuesto y aún antagónico. La persona debe tener un sentido crítico de su propia cultura y, a su vez, contar con las herramientas necesarias para conocer la cultura anfitriona.
Además, contar con la capacidad de escuchar con atención y mirar las cosas desde el punto de vista del otro, estar dispuesto al estudio de otros idiomas, interesado en otras culturas, deseoso de ayudar a otros, demostrar su gusto por las expresiones artísticas étnicas, disfrutar las comidas exóticas, tener conocimiento actualizado de la situación local y mundial, etc.
Citando a Max Warren, se puede decir que el rol del misionero en la actualidad es ser:
Objetivo primario del GPM:
Objetivos secundarios del GPM:
Objetivos del GPMero:
Criterios de Admisión:
Actividades:
Causantes de baja del GPM:
CONTACTO:
Departamento Nacional de Misiones
Av. Rivadavia 4152, (C1205AAN) Buenos Aires
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(011) 4958-5095 / 5195
WhatsApp: 11 2793-9630
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